Cuando la canción de Coldplay dice  “Nobody said it was easy” estamos seguros de que se referían a lo difícil que puede llegar a ser estudiar la gramática y el vocabulario en inglés. Sobre todo cuando se acerca la temporada de exámenes y debemos ponernos a prueba. A continuación vamos a repasar algunos consejos y recomendaciones que pueden ayudarnos a hacerlo todo un poco más easy:

  1. Hacerlo gráfico para que entre por los ojos también; Intentar memorizar una lista infinita de vocabulario de diferentes ámbitos es agotador y aburrido. Recursos visuales como tarjetas, mapas mentales o dibujos pueden ayudarte de manera visual a recordar tanto vocabulario como estructuras gramaticales. Puedes encontrar tarjetas ya creadas sobre muchos temas distintos online con aplicaciones como Quizlet. 
  2. Ejemplifica y dale contexto; Una buena manera de aprender tanto vocabulario como gramática es poniéndolos en contexto con ejemplos, creando oraciones. Si entendemos cuándo y cómo se usan estas nuevas palabras será más fácil saber utilizarlas. Crear conexiones entre la nueva gramática o el nuevo vocabulario con elementos que ya conoces o situaciones reales puede ayudarte a memorizarlas antes.
  3. Los juegos no son solo para niños; Todos tenemos claro que la mejor manera para que los más pequeños aprendan inglés es mediante juegos, ¿por qué dejamos de hacerlo al hacernos mayores? Podemos hacerlo de manera más old school, emparejando imágenes con palabras como en el conocido Memory o podemos hacerlo de forma más moderna y utilizar aplicaciones cómo Duolingo o Memrise que nos ayudarán a aprender mediante juegos.
  4. La repetición, a ritmo de Beyoncé; La repetición es una de las maneras clave para recordar información y una de las maneras más entretenidas de repetir información es mediante canciones. Buscar canciones en las que se utilice el vocabulario y/o gramática que queremos repasar o cuando escuchamos nuestros artistas internacionales favoritos fijarnos en qué estructuras o qué vocabulario repiten puede ser de gran ayuda. De esta manera, mientras cantamos estaremos repitiendo una y otra vez aquello que queremos aprender y estudiar dejará de ser tedioso y monótono. 
  5. Utiliza todo lo que Internet te ofrece; Hoy en día podemos encontrar millones de recursos a nuestra disposición en internet que podemos utilizar para aprender inglés como videos explicativos en Youtube, ejercicios para practicar o aplicaciones y juegos sobre todo tipo de temas. Encuentra aquello que se adapta mejor a ti y a aquello que quieres repasar y exprímelo al máximo. 
  6. Sumergirse completamente; La práctica hace al maestro y para aprender un idioma es esencial exponerse todo lo posible a él. Escucha música en inglés, ve películas y series con subtítulos en inglés, lee libros en inglés y, de ser posible, práctica también hablando con amigos o familiares que también estén aprendiendo el idioma. De no ser posible, también se organizan muchos encuentros para aquellos que quieren practicar y no tienen con quien tanto físicamente como en línea, por lo que ¡no hay excusas!
  7. Querido diario; No podemos dejar de lado ni olvidar la expresión escrita, el momento en el que aplicamos aquello que hemos aprendido para comunicarnos. Una buena manera de practicar puede ser llevando un diario y escribir tu día a día formando oraciones en inglés. Por otro lado, puedes probar a escribir emails o encontrar un pen pal friend, alguien con el que intercambiar mensajes o correos electrónicos con la finalidad de practicar el idioma. 
  8. La constancia es la clave; Para poder avanzar y seguir mejorando la clave es hacer del estudio una rutina y ser constante. En lugar de estudiar contrarreloj un gran bloque de vocabulario y gramática para el examen, es mucho más productivo hacer un pequeño bloque cada día o cada semana y de esa manera ir interiorizando el contenido y mantener la información fresca.
  9. Las metas y los objetivos claros; En ocasiones, las ganas de querer expresarnos en inglés igual que en nuestra lengua materna nos pueden jugar una mala pasada. Queremos abarcar mucho, muy deprisa y cuando no sale a la primera o no sale exactamente como esperábamos podemos frustrarnos y abandonar. Para evitar la frustración tenemos que fijarnos objetivos realistas de qué queremos conseguir y cómo e ir avanzando poco a poco. Por ejemplo, empezar utilizando frases cortas y estructuras  simples y claras y con el tiempo ir aumentando su complejidad.  
  10. Las cosas buenas llevan su tiempo; Aprender un idioma nuevo conlleva tiempo y esfuerzo. Por ello, es importante ir celebrando cada progreso en nuestro camino y ser paciente con nosotros mismos. Habrá aspectos que costarán menos y otros que costarán más pero si seguimos practicando e intentándolo, alcanzaremos todos los objetivos planteados. 

Es momento de ponerse en marcha y aplicar todo lo aprendido. ¡Ánimo!

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